Es una típica mañana barranquina, húmeda, signada por una niebla.
Lucy Rivera Becerra, amiga en proyectos artísticos, me invita a su casa –taller, ubicada en el centro histórico de Barranco, número 110 del Boulevard Sanchez Carrión, en pleno Centro Histórico del distrito más encantador de Lima.
|
Lucy en la entrada de su taller |
Ingresamos a su “hábitat” artístico.
Ver su pintura y enamorarse del color es una sola sensación. Lucy refleja en él la desesperanza en la expresión primera de lo magro, lo oscuro. Después, nos conduce a alcanzar un camino a la luz.
Lucy ¿Cuál es tu tema
tu preferido en la pintura?
Yo diría
que mi pintura se inspira en los paisajes y figuras
de la Lima
antigua. He pintado rincones, casas, callejas,
en Barranco, La Punta y El Callao.
Recuerdo
una anécdota de cuando empecé a pintar.
Resulta que
yo bajaba a pintar en la bajada del puente de los Suspiros bien preparada con
mi atril y pinturas. Me instalaba allí
casi todas las mañanas.
Al segundo día veo a un señor que me observaba
desde el puente. Al rato se acercó y me dijo que le gustaba
mucho el cuadro que estaba haciendo y
que lo quería comprar.
Acepté
inmediatamente y se lo llevó.
Al día siguiente, volví a bajar y el señor
volvió a venir a verme pintar. Esta vez
se acercó y me dijo que quería que conociera su Galería de Arte, donde tenía
muchos cuadros.
Acepté
nuevamente y partimos hacia el local, que quedaba en la calle Azángaro, casi esquina
con Emancipación. Allí funcionaba nada
menos que la Galería San Marcos, muy conocida en el ambiente limeño y la
primera de este tipo en Lima.
Otras veces
me visitaba de pasadita, mientras yo dictaba clases de pintura para niños en el
ICPNA. Solo pasaba y saludaba y, respetuoso como era, no interrumpía la clase.
Todo un señor de la pintura.
Este personaje
no era otro que Don Luis Felipe Tello,
abogado de profesión y gran aficionado a
la pintura y al arte en general. Poseía dos
propiedades más llenas de cuadros,
pinturas, cerámicas y otros objetos
artísticos.
Su
colección era impresionante, nunca había visto tantas obras de arte, En aquel lugar ya no cabía un cuadro más.
Nos hicimos
amigos y continuó comprando mis cuadros.
En otra
ocasión, me llevó a conocer su casa. Estaba situada a un paso de la avenida Javier Prado, muy
cerca del puente Villarán, en San Isidro.
Allí vi muchísimos
más objetos de arte y cuadros. Tantos,
que parecían enormes libros, en hileras muy juntas.
Tenía una colección de afiches españoles con grabados
de toros y toreros, muy de moda en ese tiempo.
|
Grupo
de artistas barranquinos: Rosi
Raffo, Carolyn Hayward, Lucy Rivera, Pilar Millones y Fortunato César. |
¿Qué otros recuerdos tienes de esa época?
Un tiempo
después conocí el señor Julio Garró,
aficionado a la pintura y al arte.
Era un buen
amigo vivía que Barranco, frente a la
plazuela. Gran amigo de Humareda y, además, su admirador.
Para
sorpresa mía era también amigo de Guillermo Tello Garró, el hijo de Luis Felipe Tello, el dueño de la galería San Marcos. Él había
heredado de su padre el gusto por la pintura.
Tiempo
después, cuando falleció Humareda, y durante su velorio en Barranco, decidimos
formar la fundación Víctor Humareda.
Eduardo
Moll, Ángel Chávez, y yo, fuimos
convocados por Julio Garró para formar
la “Fundación Víctor Humareda". Nos reuníamos frecuentemente, como hasta hoy.
¿Disfrutas
de la lectura? Tienes autores preferidos….
Si claro, leo y releo a los clásicos principalmente a Shakespeare,
Oscar Wilde, los cuentos rusos tradicionales, las biografías de
personajes como Mahatma Gandhi. ……..
Sabes, Tiene que ver con mi infancia.
Resulta que
yo viví 14 años en Chile en la ciudad de Valdivia, en la zona de los lagos, ciudad de mucho frio.
Llegamos a
Chile porque mi padre fue deportado a este país y, para poder vivir, montó una
librería. Allí aprendí el gusto por la lectura de libros clásicos, que hasta
ahora disfruto.
¿Cómo fue tu paso por Bellas Artes? La escuela
está cumpliendo su Centenario en pocos años….Tus impresiones
Mi paso por
Bellas Artes fue una etapa muy feliz en mi vida. Tuve como profesor a Juan
Manuel Ugarte Eléspuru, quien tenía una pintura abstracta y yo estaba
preocupada porque, siendo él mi profesor principal, sabía que muchos alumnos imitaban o pintaban al modo que reinaba en cada taller; es decir, el del profesor, y yo no deseaba salir del camino
al expresionismo. Con mucho criterio J.M.Ugarte Eléspuru, me dejó
desarrollar mi expresión y logré aprobar
mis estudios de pintura satisfactoriamente, conservando el hilo conductor de mi pintura. Tanto así que
egresé con el premio al segundo lugar en Pintura.
Lucy, ha sido
un placer haber conversado contigo sobre el arte, nuestra escuela y el Barranco de los tiempos de añoranza.
|
María
Chávez, Juan Manuel Ugarte Eléspuru y Lucy Rivera
|
Yolanda
Velásquez Reinoso.